atropello ciclistas

La Manada y la Drogada

La sentencia sobre el caso conocido como «La Manada» y la reciente libertad provisional para los concenados, ha desatado una ola de indignación y rechazo en gran parte de la sociedad, que las considera injustas. Mientras tanto, la sociedad parece asumir la violencia vial como algo cotidiano y la falta de movilización es preocupante.

En la citada sentencia, dos de los jueces desestimaron el delito de agresión sexual continuado (violación), para condenar a los cinco acusados por un delito de abusos sexuales continuados, con el agravante de prevalimiento, imponiéndoles una pena de 9 años de cárcel. El tercer magistrado emitió un voto particular en el que absolvió a los acusados de todos los cargos, salvo del hurto del móvil. Las penas por abusos sexuales van desde los 4 a los 10 años, mientras que para las agresiones sexuales la condena es de 6 a 12 años de cárcel.

Recientemente los condenados, que han recurrido la sentencia, han sido puestos en libertad tras pasar casi dos años en previsión provisional, aunque podrían haber permanecido en la cárcel dos años más. Los jueces han argumentado su decisión de poner en libertad a los condenados en base a la asusencia de riesgo de fuga y de reiteración delictiva.

El anterior gobierno, a través del ministro de justicia Rafael Catalá y el ministro Portavoz Íñigo Méndez de Vigo, anunciaron que estudiarían si es posible modificar la tipificación penal de la violación y de la agresión sexual. El nuevo ejecutivo parece que es de la misma opinión,  y partidos como Podemos se han posicionado a favor de cambiar el concepto del código penal para que casos como éste sean considerados como agresión sexual y sus responsables reciban por tanto penas mayores.

Esperemos que esta modificación no se demore tanto como la reforma solicitada por Anna González, que lleva más de un año debatiéndose en una comisión del Congreso de los Diputados, y en la que paradójicamente Podemos, a diferencia del caso anterior, se resiste a endurecer las penas o a considerar como agravante la conducción bajo los efectos de drogas tóxicas o estupefacientes.

En el reciente caso del atropello múltiple a un grupo de 9 ciclistas, como consecuencia del cual uno de ellos falleció, la conductora causante del atropello dio positivo en el test de drogas y ya contaba con antecedentes por estos mismos hechos, pues había sido condenada poco antes del trágico suceso a un año de retirada del carné de conducir, aunque la sentencia no había sido ejecutada y por eso mantenía el permiso. Además, en junio de 2016 fue arrestada en el marco de la operación antidroga ‘Formosa’ llevada a cabo por la Guardia Civil,  también fue detenida en otra ocasión por daños intencionados en un vehículo y tiene varias infracciones administrativas por consumo de drogas en lugares públicos.

Pues bien, esta conductora quedó libre tras el accidente, aunque fue detenida horas más tarde cuando se produjo el fallecimiento de uno de los ciclistas. Permaneció 16 días en prisión preventiva y quedó en libertad tras depositar una fianza de 10.000 €. Un auténtico peligro público para todos, porque ya vemos lo que les importa a algunos tener retirado el carné de conducir: detenido seis veces por conducir con el carné retirado. Esperará en libertad hasta que se celebre el juicio.

Otra conductora, que circulaba bajo los efectos del alcohol, y que mató a un ciclista que circulaba con su hijo, se enfrentaba a un máximo de cuatro años de cárcel y finalmente ha sido condenada a la mitad de esa pena. Esta es la pena a la que han condenado a otro borracho que mató a dos ciclistas en Zaragoza.

Hoy mismo nos hemos encontrado con  otra trágica noticia. Un borracho que no sabía ni hacia donde se dirigía (pensaba circular hacia su trabajo en la factoría de Renault de Valadolid, pero lo hacía en sentido contrario, es lo que tiene quintuplicar la tasa de alcoholemia) ha matado en una larga recta a un matrimonio que estaba realizando el Camino de Santiago en compañía de su hijo. Los políticos no guardarán un minuto de silencio por esta mujer que ha sido asesinada delante de su hijo. No es una víctima de la violencia de género, sino de la violencia vial, pero no creo que a su hijo le importe la diferencia.

¿No debería recibir un castigo más duro alguien que mata a otra persona, sabiendo que no se puede conducir habiendo bebido o consumido otras drogas? Urge tomar medidas para sacar de la carretera a borrachos, drogadictos y demás gentuza. Cada año siguen muriendo en la carretera más de 1.500 personas. ¡Basta ya!

Alfonso Triviño nos cuenta como van las negociaciones sobre la reforma del código penal #porunaleyjusta.

Ver también

La Vuelta a España Máster se aplaza a 2023

Debido al fallecimiento de un familiar muy cercano, el organizador de la Vuelta a España …

8 Comentarios

  1. Víctor Prieto

    El problema es de base. Aúnque se endurezcan las penas (absolutamente necesario desde luego), está demasiado bien visto y aceptado subirse a un coche yendo más puesto que las maracas de Machín. Más de uno se vanagloria con ello inclusive. Ante esa escoria difícil lo tenemos. Se nos sigue viendo como un estorbo y cada vez peor. Raro es el entreno en el que no tengo un susto como mínimo 🙁

    • Carmen Granado Pizarro

      Muy bien dicho y así es hay veces que hasta si vas por camino te los llevas

    • Ciclismo Máster

      Tienes toda la razón en que el problema es de base y como tal hay que corregirlo desde diversos frentes; el endurecimiento de las penas no sólo una de las medidas a tomar. Pero a día de hoy, la única solución para corregir los fallos de la educación (que se aplica fundamentalmente en cada casa) es reeducar a la gente en la carcel. Además de que se acabaría con esa sensación de impunidad.

    • Globero Empedernido

      Estoy totalmente de acuerdo que es la educación el problema, por eso, donde no llega la educación debe y tiene que llegar el miedo, su miedo a condenas ejemplares y devastadoras…igual que lo que ha causado…mientras tanto seremos personas de segunda agredibles

  2. Manu Pacheco

    Yo,en 3 años dos accidentes graves,no salgo mas en carretera ni que me paguen,no me la juego mas,se lo debo a mi familia,los dos accidentes la misma frase…(NO LO E VISTO).

  3. Una vez más está demostrado que no todos somos iguales ante la ley, parece ser que unas víctimas valen más que otras y no digo más porque igual voy a la cárcel antes que cualquier asesino de esos.
    Buen trabajo Jesús Ángel.

  4. David Ignacio Soham

    Estamos en un país de mucho ruido y pocas nueces. Mentalidad española. La unión hace la fuerza. Y si cortaramos carreteras, nos pusiéramos serios tal vez conseguiríamos algo. Matar a un ser humano, es un delito. Pero se ve q no hay pena. La familia, tendrá q vivir esa pena toda la vida. Y si va borracho, drogado el seguro no responde. Los mismo q con los precios abusivos de las bicis y el material. Pero la gente compra y consume. El postureo es lo q importa. País de panderetas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.