En Pedaleando en el infierno, Jorge Quintana, director durante algunos años del semanario Meta2000, relata la biografía de un ciclista en tiempos de penumbra.
El protagonista de la novela es Lucas Castro, un joven que se enganchó al ciclismo gracias a Marco Pantani y que a lo largo de la novela persigue el sueño de muchos jóvenes de su época: convertirse en ciclista profesional.
Hablamos de una época oscura en el ciclismo, la década que abarca desde finales de los 90 hasta la Operación Puerto y la entrada en funcionamiento del Pasaporte Biológico.
La inocencia de Lucas se da de bruces con la realidad del ciclismo de aquella época, en la que el uso de sustancias prohibidas estaba generalizada en el pelotón aficionado y profesional. Una época donde la burbuja inmobiliaria estaba en pleno apogeo.
Aunque el personaje de Lucas es ficticio, seguramente muchos de los corredores de entonces se sientan reflejados en él de una u otra forma.
Es un libro entretenido y que se lee bastante rápido. Además de la trama relacionada con el ciclismo, también se intercalan las aventuras amorosas del protagonista con la hija de un constructor de éxito que patrocina a un equipo ciclista para publicitar su negocio.