Tras la paliza de ayer en Villalpando, y con dudas sobre como responderían las piernas, nos fuimos a Frómista, tras el primer madrugón del año, donde nos reencontramos con muchos con los que habíamos compartido abanicos el día anterior.
También había algunos corredores de refresco, aunque desconozco si el sábado se habían batido el cobre en otras de las carreras programadas para dicha fecha (Cella), como Teo Casabal (Ciclos Gámen) o Treceño (Goerna).
Al contrario que el día anterior, el viento no soplaba con fuerza, pero hacía mucho frío, tanto que la mayoría optamos por salir con perneras e incluso con chaleco y guantes largos. ¡Sabia decisión!
Resumiendo mucho, la escapada buena se formó en los primeros compases de la prueba, tras dejar la recta inicial y girar hacia Támara. Al primer grupo de escapados se le unió poco más tarde otro, sumando en total unos 20 corredores. Buen entendimiento hasta el segundo paso por el Magú, punto a partir del cual se desatan las hostilidades. En Támara arranca Teo Casabal que llega hasta la recta de meta, donde es alcanzado y superado por lo que quedaba del grupo, venciendo al sprint Sancho (Botistrong).
Tras disipar las dudas de la recuperación del esfuerzo del día anterior con alguna arrancada al comienzo de la carrera, intento filtrarme en los numerosos intentos de fuga que se producen, con corredores combativos como Juan Alberto Vigil (Roger), Iñaki Villoria (Transportes Bidasoa), algunos del Ciclos Corredor y otros valientes que están menos acostumbrados a ocupar posiciones delanteras pero con una afición a prueba de bombas, como por ejemplo mi antiguo compañero de Guía Color Alberto Seoane.
Poco a poco se va abriendo hueco. El grupo no pinta mal, con Koldo y Bustamante (muy activo) del Osasunalde, Romera y otro compañero del Ciclos Corredor, Ramón y Basilio del Turisleón, Galván y yo del Más Madera Valladolid, etc. Camino del cruce de Valdespina se nos une otro grupo bastante numeroso con más figuras como Teo Casabal o Raúl Portillo entre otros.
El buen entendimiento entre los escapados hace que las diferencias vayan aumentando respecto al pelotón donde, ya sin posibilidad de luchar por la carrera, algunos no se dan por vencidos e intentan marcharse. Mejor hacer un buen entrenamiento que relajarse y perder un día.
Antes de eso mi compañero Alberto saltó a la caza de la escapada, cosa que logró finalmente con la ayuda de Galván y mía, que nos descolgamos ligeramente para ayudarle a incorporarse a la cabeza de carrera. Menos mal que por delante no nos lo pusieron muy difícil, aunque alguno lo sugirió 🙂
El segundo paso por el Magú provocó que la escapada perdiese algunos efectivos. Mientras, los que quedaban por delante empezaban a atacarse entre ellos. Fue Teo Casabal quien, desde lejos, abandonó la compañía del grupo y se marchó en solitario en el cruce de Támara. Desde allí quedaban muchos kilómetros a meta y el viento, que empezaba a coger fuerza, soplaba en contra del corredor de Miranda de Ebro.
El empuje del grupo acabó dando caza a Teo en la misma recta de meta, donde se impuso Sancho en un apretado sprint con Manuel Romera (Ciclos Corredor), vencedor de la edición anterior y quien tuvo que correr con las zapatillas de un compañero al olvidar las suyas en casa.
Después llegaba lo mejor, aperitivo en las bodegas Zarzavilla, un lugar muy bonito, ideal para disfrutar del buen vino y celebrar bodas, reuniones, etc. Desde luego, tras una treintena de ediciones, el Trofeo Ciclista Frómista sigue en plena forma.
¡Hasta el año que viene!
Vídeos
Gracias a Manuel Pérez Romero (Universidad de Valladolid) por estos vídeos:
Llegada de los escapados
httpvh://youtu.be/ggLMKDRj7yQ
Rezagados de la escapada
httpvh://youtu.be/FWcDjw8-piA
Pelotón
httpvh://youtu.be/ydYU12gBwCY
Fotos
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