Vida al ciclista

La Marcha Cicloturista Mallorca 312 parece haber sacado de sus casillas a algunos habitantes de la isla que se quejan por «haber permanecido encerrados en sus casas» o que escriben en un titular «muerte al ciclista».

Es el caso de Javier Mato, un periodista y profesor del Centro de Enseñanza Superior Alberta Jiménez, quien escribe un artículo en la sección regional del diario El Mundo en el que se queja de que «una empresa privada, un negocio, decide la vida de los demás». Según él, «la gente estaba encerrada en sus casas, para que ellos (los ciclistas) estiraran un poco las piernas».

Argumento falaz el que usa Javier Mato para quejarse. Porque obviamente, no es una empresa privada la que ha cortado el tráfico en algunas carreteras de la isla, sino las autoridades locales que han considerado el impacto positivo que esta actividad ha generado en la Isla. Se puede entender el enfado de quien se ha visto afectado por alguno de los cortes de tráfico y haya tenido que esperar a que éste se restableciera, pero era algo anunciado y conocido.

Todas las actividades que se realizan en las vías públicas generan «molestias» para los ciudadanos, pero ¿os imagináis protestando a la gente porque las procesiones de la Semana Santa colapsan los centros de las ciudades? En Valladolid también podríamos quejarnos de los moteros (yo mismo estuve en un atasco más de una hora), pero no monté en cólera porque es algo bueno para la ciudad. ¿O por qué las celebraciones de un club de fútbol, que también son empresas privadas, pueden ocupar el centro de una ciudad y movilizar a miles de agentes de las fuerzas de seguridad públicas? Son innumerables las actividades lúdicas que por fortuna se organizan en las vías públicas ya que son de todos, procurando siempre generar las menores molestias posibles al resto de usuarios de las mismas. Por desgracia, siempre habrá quien se queje.

Pero si lo de Javier Mato, a pesar de ser exagerado y probablemente fruto de la fustración, os parece fuerte, preparaos para lo que viene ahora. Un tal Toni Marqués que se define como «Abogado y comunicador» titula su artículo de opinión en Mallorca Diario con el siguiente titular: «Muerte al ciclista». ¡Toma ya!

En el artículo suelta prendas como que «la bicicleta no es un vehículo y me da igual que la Real Academia Española, diga lo contrario». ¡Y se queda tan ancho! Ante tal contundencia, la verdad es que uno se queda inicialmente perplejo y no sabe muy bien como responder. ¿Estamos locos o qué? Según él, los ciclistas no podemos compartir la vía con los coches y hay que «repartir» el uso de la vía pública, reservando únicamente ciertas horas y lugares para practicar deporte en bicicleta. También afirma no entender «qué placer hay en pedalear mirando de reojo como trastos de 4 ruedas y más de mil quilos te adelantan pasando a medio metro de ti». Pues bien, querido Toni, desde luego no hay ningún placer en eso que usted menciona, y por eso es una infracción del artículo 85 del Reglamento General de Circulación y está castigada con la pérdida de 4 puntos y 200 € de multa. Una sanción ridícula que debería ser mucho más vigilada y conllevar unas sanciones más duras. Por ahora, lo único que podemos hacer es defendernos nosotros mismos denunciando estas infracciones.

Razonamientos como los de Toni me recuerdan a algunos comentarios que se escuchaban hace no mucho sobre la violencia de género, y que culpabilizaba a las mujeres, las víctimas, de las agresiones que les infringían sus parejas. Una locura que a nadie en su sano juicio se le ocurre soltar actualmente, y menos publicarlo en un periódico. Esperemos que, no dentro de mucho, tampoco tengamos que seguir escuchando barbaridades como las de este señor, que cree imposible compartir la vía pública.

A los que hay que sacar de la carretera es a los que piensan que es suya y no respetan la vida de los demás.