Los ataques se sucedieron en los últimos kilómetros
Los ataques se sucedieron en los últimos kilómetros. Foto: RFEC

Crónica del Campeonato de España Máster 2011

Bueno, después de un día de descanso y reflexión, aquí va la crónica del campeonato para los M30. Antes de nada, estos son los afortunados que lucirán el maillot de Campeón de España en sus respectivas categorías. Empezaremos por los más veteranos:

  • M60 – Luis Benito (Asturias)
  • M50 – López Doriga (Canarias)
  • M40 – Ricardo Catalán (Aragón)
  • M30 – Francisco Torrella (Valencia)

Preparaos, que viene un ladrillo de los gordos…

Crónica

Capítulo 1º. Hay días que es mejor no levantarse de la cama.

Hay días en los que todo se tuerce, y eso es lo que me pasó a mi antes de comenzar la carrera. Llegué a Bejar a las 15:30, hora y media antes de darse la salida, tiempo más que suficiente para recoger el maillot de la selección Castellano Leonesa que me correspondió a última hora debido a la baja de Ricardo Ferrero por motivos laborales. Localicé a mis compañeros del Más Mádera y con el maillot y el dorsal me fui al coche para cambiarme.

Coloqué el dorsal, me vestí de romano y preparé el soporte para la cámara de vídeo, pues pretendía grabar la carrera para colgarla en YouTube como ya he hecho otras veces. Cuando me disponía a cerrar el coche no encontraba las llaves. Venga a mirar por los asientos, en el maletero, en la bolsa de la ropa, en el suelo… Saco toda la ropa que había guardado antes y miro por todos los bolsillos… Nada, que las dichosas llaves no aparecían y yo me estaba poniendo cardiaco. Pienso todo lo que he hecho desde que llegué a Béjar. Está claro que las llaves tienen que estar allí porque si no no habría podido abrir el coche. Finalmente estaban en el sitio más obvio, puestas en la puerta del copiloto, que tenía abierta.

Para tranquilizarme un poco, voy a echar un trago a un bidón con agua fresca que tenía en el coche y al apretarlo se parte y me empapo. ¡Será posible! De la rabia que me dió lo estampé contra el suelo donde se hizo añicos.

Miro el reloj y son las 16:30. Bueno, tampoco voy tan mal. Encuentro a un compañero del equipo y le pregunto si hay que firmar y donde hay que hacerlo. Me dice que es en el ayuntamiento y me voy para allá. Por suerte el domingo anterior había estado en la plaza mayor y sabía cómo llegar. Llego a la plaza y veo a Cavero, así que le pregunto donde se firma y donde se recoge el transponder. — ¿Llevas la licencia? — me pregunta. ¡Coño! ¿pero es que hace falta? — Si no la llevas no te dan el transponder. ¡Maldita sea mi estampa! Bueno, voy al control de firmas y echo un garabato para, acto seguido, salir disparado a donde habíamos aparcado para encontrar a mis compañeros y preguntarles donde está mi licencia.

Tengo suerte y me los encuentro junto a los coches. Media vuelta y a toda leche a buscar el transponder. A las 16:50 (diez minutos antes de darse la salida y con todo el pelotón esperando) me presento a coger el transponder. Menos mal que me lo colocó la persona que estaba al cargo, porque yo ya no atinaba.

Cinco minutos para darse la salida… ¡Que me meo! Buff. Veo unos contenedores y otro corredor que también se estaba aliviando así que me voy para allá.

Satisfechas las necesidades fisiológicas y con la salida ya inminente, me dispongo a colocar la cámara en el soporte. Cojo la cámara y busco el tornillo para colocarla. Primer bolsillo, nada, segundo bolsillo, nada, tercer bolsillo, idem. ¡Pero donde demonios se ha metido el tornillo de los huevos! Saco todo el contenido de los bolsillos y nada, que no aparece el dichoso tornillo. Busco por el suelo por si acaso se me hubiera caído al sacar la cámara pero allí no está. Me pongo a pensar… Pero si lo llevaba puesto en el soporte. Claro, con tanto traqueteo, se me debió caer con tanta ida y venida desde el coche hasta la plaza.

Ale, me guardo el GPS y la cámara en el bolsillo y me acuerdo de todos los santos, aunque no tuvieran nada que ver. Ya sólo falta que me estampe contra un árbol para redondear el día.

En la salida neutralizada encuentro a Carlos, quien lleva el coche del equipo (Más Madera Valladolid) en las carreras así que me paro y le doy la chatarra (la cámara y el GPS, pues ya no me servían de nada). Por lo menos me quito algo de lastre. Reanudo la marcha a cola del pelotón por las calles de Béjar.

Capítulo 2. La carrera.

La salida lanzada se dió en la carretera de Ciudad Rodrigo, unos metros antes de pasar por el puente donde comienza la ascensión al Alto del Beni. Desde la última posición vi como alguno hacía el saque de honor y demarraba del pelotón. Detrás intenté avanzar posiciones dentro del pelotón.

Coronado el Alto del Beni seguimos por la SA-220. Ligero descenso, una recta y luego más bajada. Seguí intentando acercarme a la cabeza del pelotón pero el ritmo era bastante alto. Giramos hacia La Calzada de Béjar donde la carretera se estrechaba y se volvía «botosa». La verdad es que, como se rodaba bastante rápido, las irregularidades del asfalto se notaban mucho menos que cuando pasé por allí yo sólo la semana anterior. En este tramo el principal peligro eran los frenazos, creo que dejé allí la mitad de las zapatas. Poco a poco me iba acercando a la cabeza. Cuando llegamos al tramo con buen asfalto ya sólo tenía 1/3 del grupo por delante. Aprovechando que la carretera se ensanchaba seguí ganando posiciones.

Giramos en Horcajo, pasamos por el puente y finalmente pude llegar a la cabeza del pelotón. Por delante iban algunos corredores escapados. Hablé con Fran (Más Madera Valladolid – CyL) y me puse en cabeza marcando un ritmo. En los últimos repechos antes de girar de nuevo en dirección a Béjar la gente arrancó la moto y me descolgué un poco.

En la bajada, con ayuda de Alberto (Más Madera Valladolid – CyL) conseguí enlazar de nuevo con el pelotón y volví a la cabeza del grupo. Me puse a tirar con mis compañeros del Más Madera Valladolid Dani y Ricardo (quien casi nos saca los ojos). Estuvimos tirando hasta los repechos más duros del tramo Horcajo – SA-220 manteniendo la ventaja con los cuatro escapados en torno al 1’20». Antonio Martín (Pispajo, también de la selección de Castilla y León) y Fran también colaboraron en los relevos. El que rompió nuestra organización en cabeza de carrera fue el compañero de la selección de Castilla y León de Ávila. No se a qué vino su aceleración, pues, aunque mirase por sus propios intereses, creo que la situación de la carrera no le perjudicaba y estábamos manteniendo a raya a los escapados.

Me volví a quedar antes del cruce con la SA-220 así que en la bajada me tuve que pegar otro calentón para coger al grupo, que había perdido bastantes unidades. En el tramo La Calzada de Béjar – Horcajo volví a pasar a la cabeza y seguí tirando con las pocas fuerzas que me quedaban. Era la tercera vez que subíamos los repechos que había pasado Horcajo y me encontré mucho mejor que las veces anteriores, seguramente porque el resto de la gente ya iba cansada y no se subió tan rápido. Sin embargo, perdí unos 20 metros con respecto a la cola del grupo. Intenté cazar con ayuda de Toño (Turisleón) pero por delante abrieron gas y no pudimos alcanzarles así que esperamos a un grupo que venía por detrás.

En ese grupo ya había poco gas, aunque la organización no era mala. En el cruce donde comenzaba la cuarta y última vuelta la parte trasera del pelotón nos llevaría unos 30 ó 40 segundos. Como vi que el grupo donde iba no tenía ninguna opción de enlazar con el pelotón y tampoco quería llevar a nadie a rueda, arranqué a la desesperada para intentar cazar en solitario. No hubo manera y me volví a reintegrar en el grupo de rezagados. Poco a poco llegamos a meta sin más historia.

Por delante la escapada que nos hizo trabajar cayó ante la aceleración del pelotón en el tramo duro de Horcajo. Pispajo (Antonio Martín) comenzó el último repecho a menos de un kilómetro de la meta con 20″ de ventaja sobre un grupo donde iban Francisco Torrella (Valencia), Alberto Sánchez (Madrid), Toni Muntaner (Baleares), Fran y Alberto (Cyl) , Carlos Pacios,  Felipe Peces y Juan José Arquero, entre otros. El madrileño Alberto Sánchez salió disparado hacia la Plaza de España seguido por Torrella y Muntaner. Pasaron a Pispajo a 300 metros de meta, que llegó allí fundido tras atacar sin descanso en los últimos kilómetros (quedaría en sexta posición) y, prácticamente sobre la línea de meta, Torrella sobrepasó a Alberto Sánchez. Muntaner completó el podium, mientras que para Fran fue la medalla de chocolate correspondiente al cuarto puesto, por delante de nuestro compañero Alberto y de Pispajo.

Los ataques se sucedieron en los últimos kilómetros
Los ataques se sucedieron en los últimos kilómetros. Foto: RFEC
Pispajo cabeza de carrera en el último kilómetro
Pispajo cabeza de carrera en el último kilómetro. Foto: RFEC
Sprint para la victoria en el Campeonato de España M30 2011
Sprint para la victoria en el Campeonato de España M30 2011. Foto: RFEC

Tres Castellano Leoneses entre los seis mejores del campeonato no está nada mal. Es una lástima que no nos trajéramos ninguna medalla, pero qué se le va a hacer. Creo que hicimos una buena carrera luchando siempre por ganar, aunque otros fueron más fuertes al final. Enhorabuena a los ganadores.

Podium M30 Campeonato de España 2011
Podium M30 Campeonato de España 2011. Foto: RFEC

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4 Comentarios

  1. Ufff que largo, pero poco a poco lo voy ir leyendo, jajaja. Que lastima no poder haber estado.

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