Portillo (Norinver) y Negrete (Unidos por un reto) han sido los vencedores de sendos sectores (CRI y línea) disputados en la primera jornada de la Challenge de Castilla y León 2017, que lidera provisionalmente José Manuel Moreno (G.D. Orquín).
La primera etapa de esta Challenge comenzaba temprano, a partir de las 9 llegaban los primeros corredores para recoger los dorsales, transponder y la bolsa que la organización entregaba a cada uno de ellos. Acto seguido tenía lugar el protocolo típico de las pruebas contrarreloj para montar los rodillos y empezar a calentar para afrontar una exigente prueba de 11,4 kilómetros. Los primeros en llegar escogieron sitios resguardados del viento y soleados, pues la temperatura y la sensación térmica eran muy bajas. También el viento, elemento meteorológico muy importante en el ciclismo, soplaba, cogiendo poco a poco más intensidad a medida que avanzaba el día.
Comenzó la carrera con los corredores de la categoría élite, seguidos por los máster 60, máster 50, máster 30 y máster 40, con Raúl Portillo (Norinver) último corredor en tomar la salida en virtud de su victoria en la prueba celebrada el pasado año.
José Manuel Gancedo (Guía Color – Inverse), debutante en la categoría M50, fue el primer corredor en marcar un tiempo que se mantendría un buen rato en la primera posición de la tabla, el corredor asturiano paró el reloj en 15′ 32″ lo que le valió para hacerse con la victoria en su categoría y con el séptimo puesto absoluto. El segundo clasificado en M50 fue Javier de la Fuente (Norinver), actual Campeón de España, a 21 segundos y el tercero fue Fernando García (Guía Color – Inverse).
A continuación llegó el turno de los máster 30, que no podían rebajar el mejor tiempo marcado hasta el momento por Gancedo. Hubo que esperar a que salieran los primeros favoritos, como por ejemplo Juan Carlos Fernández «El Puma» (G.D. Orquín), para que cambiara el mejor tiempo provisional. El tiempo de Fernández estaría otro buen rato al frente de la clasificación provisional, justo hasta la llegada del último corredor de la prueba, el vasco del Norinver Raúl Portillo, que logró hacerse con la victoria parando el reloj en 14′ 36″.
En máster 60 sólo tomaron la salida Fabían García (C.C. Benaventano) y José Ramón Tarno (C.C. Lugones) que quedaron en ese mismo orden. En cuanto a los máster 30, ganó El Puma, seguido por su compañero José Manuel Moreno y por Rubén Fernández (Norinver).
Por la tarde se disputaba el segundo sector, una prueba en línea de unos 65 kilómetros que se preveía muy dura por lo apretado de la clasificación general y la lucha entre el Norinver y el Orquín. El frío y el viento seguían imperando en Benavente y todo apuntaba a que íbamos a poder disfrutar de los siempre espectaculares abanicos.
Pude seguir la etapa desde el primero de los coches neutros que Sportpublic había desplazado hasta Benavente como parte de la infraestructura de la Challenge: un par de coches neutros, vallas, megafonía, comunicaciones y un camión podio. Lo conducía Ricardo, practicante de ciclismo hasta su etapa de juveniles y ligado al ciclismo base con el equipo Gomur hasta que empezó a trabajar con Sportpublic. Muchas veces la labor de los coches neutros pasa desapercibida para los corredores, pero es interesante ver en primera persona como van comunicando informaciones importantes para la carrera, avisando a los vehículos que les siguen de posibles peligros, e incluso tomando referencias de tiempo que luego son radiadas a través del canal de radio vuelta. Y por supuesto asistiendo a los corredores que ruedan en la escapada o que sufren un pinchazo y no tienen coche propio que les asista.
Los primeros kilómetros de la carrera transcurrieron con relativa calma. El viento soplaba de cara y los intentos de fuga eran vanos. Fue en torno al kilómetro 20 cuando se destacó un nutrido grupo del pelotón, formado por 13 corredores: Óscar Negrete (Unidos por un reto), Fernando García-Abad (Ciclos Corredor), José Manuel Moreno (Orquín), David Francisco (HyD Pinturas), Íñigo Burgos (Spiuk), Asier Bajo (Spiuk), Víctor Herrera (Esteve), Eduardo Marcos (C.C. Burgalés), Pablo Fernández (G.D. Orquín), Juan José Galán (HyD Pinturas) y otro corredor que no recuerdo. Estos dos últimos corredores perdieron contacto con sus compañeros de escapada en el premio de montaña, y fueron absorvidos por el pelotón.
Mientras tanto, por detrás el pelotón se estiraba cual goma elástica y ocupaba un estrecho margen de la calzada, en una configuración que haría las delicias de aquellos conductores que todavía desconocen la legalidad y las ventajas de circular en paralelo, entre otras, que el pelotón ocupa la mitad de longitud. Como todo material elástico, el pelotón tiene un límite pasado el cual se rompe, y esto fue lo que sucedió en Benavente. Tras los escapados quedó un primer grupo de unas 35 unidades, y por detrás el resto de corredores, esparcidos en innumerables grupetas.
Los escapados se entendían bien, y su renta llegó a ser de un minuto de ventaja. A medida que se acercaban a Benavente, el peso de la escapada quedó en manos de los corredores del Orquín, a quienes les interesaba que el ritmo se mantuviese para asaltar la primera posición de la clasificación general. En la Cuesta del Hospital se desataron las hostilidades, abriendo el fuego David Francisco (HyD), sin embargo Moreno (Orquín) reaccionó bien y se colocó a su rueda, y tras él el resto de corredores. El que mejor supo jugar sus cartas, o el que mejores piernas tenía, fue Óscar Negrete, que lanzó un ataque a unos 100 metros de meta al que ninguno de sus rivales pudo responder, logrando la victoria con autoridad.
El primer grupo de los perseguidores llegó a 43 segundos, encabezado por Juan Carlos Fernández (Orquín), aunque el líder provisional perdía 49 segundos respecto al vencedor de la prueba. La diferencia de tiempos modificó la primera posición de la clasificación general, que pasó a manos de Moreno por tan sólo 3 segundos de ventaja respecto a Portillo.