Entrega de premios «only adults»

La categoría de veteranos, nombre con el que se conocía a la actual categoría máster hasta el cambio de denominación, acogía a aquellos ciclistas que querían seguir compitiendo pero que ya no tenían cabida o no podían/querían correr en otras categorías como élite.

Se puede discutir, y de hecho hay mucha controversia, sobre si a algunos el nivel de la categoría se les queda corto, pero la normativa sólo impone una única condición para correr en las pruebas máster: haber cumplido los 30 años. Tal vez unas categorías basadas en el nivel deportivo, con puntos que permitan «ascender» de un nivel a otro, harían que los niveles fueran más homogéneos pero no es algo fácil. En ocasiones el ansia por ganar y demostrar que se es mejor que el resto hace que se corra en una categoría donde las victorias son más asequibles, igual que otros disfrutan «reventando» a los compañeros de la grupeta…

Pero no es este el tema del artículo, sino otro. La ceremonia de clausura de la recién finalizada Challenge de Mallorca Máster, se celebró en uno de los hoteles patrocinadores del evento, el Garden Holiday Hotel. Dicho hotel tiene la particularidad de ser un hotel exclusivo para adultos (mayores de 16 años), por lo que no permite la entrada de niños. Este tipo de hoteles ofrecen tranquilidad a sus huéspedes, sin gritos, sin lloros, sin carreras por los pasillos, pensados para escapadas románticas y para personas que o bien no tienen hijos o quieren «descansar» de ellos unos días. Algo perfectamente legítimo y que tiene su público.

Sin embargo, no parece que sea la mejor opción para celebrar la ceremonia de clausura de una carrera para máster, donde no es extraño que la familia acompañe al corredor y que este tenga hijos o incluso nietos. Y es que como dice alguno: «el que no tiene hijos no sabe lo que es ir a una carrera máster de verdad«. Varios corredores que subieron al podio para recoger el trofeo tuvieron que dejar a su hijo a la puerta, a cargo de otros participantes.

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