A estas alturas de la película, casi nadie duda ya de que el método más efectivo para el entrenamiento en el ciclismo es el que se basa en la medición de la potencia desarrollada sobre la bicicleta. La potencia es una variable que refleja de manera instantánea y objetiva el trabajo que estamos realizando en cada momento sobre la bici.
Igual que en el entrenamiento basado en la frecuencia cardiaca era necesario disponer de un monitor de ritmo cardiaco o pulsómetro, para seguir un plan de entrenamiento basado en la potencia necesitamos disponer de un medidor de potencia.
Existen fundamentalmente dos tipos de medidores de potencia: los directos y los indirectos. Los primeros miden directamente (de ahí su nombre) la fuerza que ejercemos sobre la transmisión de la bicicleta, mientras que los segundos observan otras variables en base a las cuales estiman la potencia que estamos desarrollando.
Medidores directos
Este tipo de medidores utiliza mecanismos como las galgas extensiométricas para proporcionarlos la potencia que estamos desarrollando en ese instante.
Estos medidores se suelen colocar en las siguientes posiciones de nuestra bicicleta:
- Brazos de la biela y platos.
- En las bielas.
- En los pedales o en las calas.
- En el eje pedalier.
- Buje de la rueda trasera.
SRM
Es el primer medidor de potencia aplicado al ciclismo y fue inventado por Ulrich Schoberer en 1986. Es considerado como el modelo más preciso y se toma como referencia para comparar al resto. Mide la fuerza realizada en la unión entre la biela y los platos.
Actualmente el sistema es inalámbrico y varios fabricantes como FSA, Shimano o Truvativ trabajan junto con SRM para fabricar modelos cada vez más ligeros. El protocolo de comunicación que emplea es el ANT+, por lo que es compatible con los monitores que también emplean este protocolo (p.ej. Garmin).
PowerTap
Este medidor de potencia consiste en un buje para la rueda trasera donde se aloja el mecanismo que mide la fuerza que ejercemos sobre la transmisión. A diferencia del SRM, en el caso del PowerTap el punto de medida está separado por la cadena del punto sobre el que aplicamos nuestra fuerza (los pedales), por lo que la medida puede verse afectada por las pérdidas debidas a la cadena. No obstante, dichas pérdidas son mínimas y la precisión del sistema se acerca al SRM en un ±1%.
También hay modelos inalámbricos y, al igual que el SRM, también utiliza el protocolo ANT+, por lo que es compatible con todos los monitores que usen dicho protocolo. Actualmente hay tres modelos distintos de monitores: Cervo (el original), Joule v2 y Joule v3.
Quarq CinQo
El medidor de potencia CinQo mide la potencia observando la fuerza realizada sobre los pedales que es transmitida al eje pedalier y la cadencia. Cuando se pisa el pedal, todas las partes de la transmisión se desplazan (flexan) ligeramente debido a la carga. La araña CinQo está diseñada usando análisis de elementos finitos para desplazarse en respuesta a la fuerza aplicada. Este desplazamiento es medido mediante galgas extensiométricas para saber el desplazamiento y calcular la fuerza aplicada.
Medidores indirectos
Como hemos indicado anteriormente, los medidores indirectos no miden la fuerza aplicada durante el pedaleo, sino que la estiman en función de diversas variables como la pendiente, velocidad, frecuencia cardiaca, peso, etc. Combinando todos estos valores mediante diferentes algoritmos, estos dispositivos muestran un valor de potencia «equivalente» al de los medidores directos.
Su principal ventaja es el precio, sensiblemente inferior al de los medidores vistos anteriormente. No son dispositivos adecuados para la mayoría, pero sí que pueden servir para introducirse en el entrenamiento por watios. Hay que buscar y comparar no obstante, para separar el grano de la paja, ya que en ocasiones lo que se publicita es sólo humo.
Buenas.
Está bien evolucionar y adaptarse a los tiempos modernos, pero he visto varios ciclistas que terminaron tocados psicológicamente cuando no consiguieron los resultados deseados. Primero fue el pulsometro, luego los preparadores, médicos, dietistas y ahora el potenciómetro, opino que esto es para corredores profesionales que pueden planificar toda su vida enfocada a los entrenos y a la competición. No para gente»normal» currelas. En mi opinión hay que divertirse entrenando, sin estar pendiente de un aparato que no hace milagros. Cuídense!!
El problema es plantearse objetivos demasiado ambiciosos y tomárselo demasiado en serio. Hay que disfrutar del camino hacia la victoria, de este modo, si esta no llega (sólo ganan unos pocos), no nos vendremos abajo. Con esto no quiero decir que no haya que dar el máximo y poner ilusión, pero no entiendo ese «bajón» en ciclistas aficionados cuando las cosas no salen como querías. Si has hecho todo lo posible para alcanzar tu objetivo, no hay nada que reprocharse. Simplemente puede que haya otros que sean mejores que tú.
Todo evoluciona en ésta vida, incluido el ciclismo, por mucho que algunos se empeñen en lo contrario. Partiendo de la base de salir a divertirse, cual es el motivo de no querer hacerlo de la mejor manera posible? Un potenciómetro o un pulsómetro, te permite salir controlando los esfuerzos y obteniendo la máxima rentabilidad al tiempo/esfuerzo aplicados.
Buenas.
De acuerdo en tu planteamiento el_dubau, pero basándome en mi relación con ciclistas que han aplicado ciertos métodos de entrenamiento «cerrados», se crean mucha presión y más aún cuando se dejan una pasta en aparatos potenciómetros y preparadores. Hace unos años igual te juntabas con alguien y no podías entrenar con él porque tenía que mantener tal o cual pulso, todo el entreno mirando al pulsómetro, sin poder atacarnos… (que en mi humilde opinión es de lo más divertido). Ahora ocurre parecido pero con los potenciómetros y los dichosos watios. De acuerdo en aplicar la tecnología pero muchas veces es contraproducente, porque los milagros no existen.
Saludos.
Miguel Angel Bernal Guerrero