¿Son adecuadas las calas con holgura?

En el mercado existen multitud de combinaciones de pedales, calas y zapatillas. En este artículo analizamos las ventajas e inconvenientes de montar calas con holgura que permitan cierta libertad de movimiento a los pies durante el pedaleo.

Son muchos los factores que intervienen a la hora de elegir zapatillas, calas y pedales, por lo que no es sencillo acertar con la mejor opción. El tamaño de la plataforma del pedal, la calidad de los rodamientos, la duración de las calas, la anchura de la zapatilla… son sólo algunas de las cosas a tener en cuenta. Uno de los más importantes, si no el que más, debe ser la holgura (libertad de movimiento). Debemos olvidarnos de lo que hacen el resto de ciclistas, nuestra fisionomía debe ser el factor determinante que determine nuestra elección.

Tradicionalmente las calas de posición fija, sin holgura, han sido las elegidas por aquellos que buscaban el máximo rendimiento como los ciclistas profesionales y aficionados que también compiten. El motivo es que la posición fija permite un pedaleo muy eficiente ya que no se permite ningún movimiento indeseado de la pierna.

Pero esta tendencia está cambiando. Incluso los ciclistas profesionales comienzan a aceptar la idea de que las calas fijas pueden no ser las mejores. Algunos ciclistas necesitan cierto grado de libertad de movimiento durante el pedaleo. La rotación de los pies y diferencias en la tibia o cadera condicionan las necesidades específicas de cada uno.

Valorando las opciones existentes

Las calas con holgura se diseñaron para permitir un pequeño grado de rotación lateral de los pies cuando se enganchan en los pedales. Este movimiento, apreciable normalmente a través del movimiento del talón cuando éste se acerca y aleja del cuadro de la bicicleta, permite que el pie se alinee por si mismo durante el pedaleo de forma natural.

Uno de los principales motivos por los que los ciclistas eligen una cala con holgura es que la posición de esta sobre la zapatilla no es tan crítica como en el caso de las calas fijas. Esto permite colocar las calas en casa de forma más sencilla, ya que no es tan importante disponer de herramientas especiales que permitan hacerlo con una precisión mayor.

En el mercado existen diferentes fabricantes de calas con diferentes grados de holgura junto con calas fijas. Look, por ejemplo, dispone de calas con 9º (rojas) y 4.5º (grises), donde el número indica cuantos grados hay que girar el talón para desenganchar la cala del mecanismo de anclaje del pedal. Shimano tiene una cala amarilla que permite 6º de movimiento tanto en el talón como en la puntera, una azul que sólo permite pivotar al talón y una roja fija. Por otro lado, Speedplay simplifica las cosas permitiendo ajustes personales gracias a unos tornillos para ajustar la holgura desde 0º hasta 15º por lo que suelen ser la elección de aquellos corredores más meticulosos a los que les gusta afinar cada grado.

¿Realmente necesitas holgura en tus calas?

Para la mayoría de los ciclistas una pequeña holgura puede ser beneficiosa ya que la prevención de lesiones justifica por sí sola la pequeña pérdida de rendimiento que se podría producir en la transferencia de energía durante el pedaleo. Cuando un ciclista con calas sin holgura se sienta en el sillín, sus pies y talones están fijos en una posición, el movimiento es fijo. Cualquier fuerza para estabilizar el pedaleo es soportada por la delicada articulación de la rodilla; esta presión puede provocar lesiones que son fácilmente evitables.

Una forma sencilla para comprobar si necesitas calas con holgura es grabar frontalmente tus pies mientras pedaleas (sobre un rodillo por ejemplo, ya que de esta forma es más sencillo hacer la grabación). Así podrás ver si necesitas cierta holgura en tus calas fijándote si tus pies se desplazan lateralmente durante el ciclo del pedaleo.

También debes tener en cuenta, no obstante, que un exceso de holgura también puede provocar daño en la rodilla de la misma forma que lo hace su déficit. Determinar la cantidad de holgura que es mejor para cada uno es fundamental y no siempre es fácil de adivinar sin unas recomendaciones adecuadas. Diferentes niveles de estabilidad del pie, talón y rodilla condicionan que pedales y calas funcionarán mejor para cada caso.

Determinar el grado correcto de holgura es sólo uno de los aspectos de una correcta colocación de las calas y la bicicleta, y no debe ser el único factor a considerar cuando elijas tus próximos pedales y zapatillas. Como cualquier otro aspecto de la bicicleta, si tienes molestias al pedalear es recomendable pedir ayuda de alguien con experiencia. Esto te ahorrará trabajo y tiempo haciendo experimentos que pueden resultar perjudiciales. Cada ciclista es un mundo y la libertad de movimiento de sus calas debe tener esto en cuenta.

En el siguiente vídeo de Custom4Us podéis ver uno de los módulos de su curso de biomecánica de ciclismo donde se trata el ajuste de la rotación, anteroposterior, factor 1, varo-valgo y el uso o no de plantillas.

Por último os dejamos un par de consideraciones a favor y en contra de la holgura en las calas.

La holgura permite a los pies encontrar su posición natural durante el pedaleo y evitan que colocaciones incorrectas de las calas, rigidez de las articulaciones o una debilidad muscular puedan derivar en lesiones. Si no estás seguro de la colocación de las calas o has tenido dolores mientras pedaleabas, unas calas con holgura pueden ayudarte a evitarlos.

Por otro lado, como ya hemos comentado anteriormente, una holgura excesiva también puede ser perjudicial. Si colocas de forma adecuada las calas (avance, retroceso, desplazamiento lateral y rotación) y no tienes problemas con las calas fijas, entonces estas también pueden ser una buena opción.