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Una nueva edición de la Clásica Mireya llegaba de la mano del Club Ciclista Sabiñanigo organizada con el corazón en recuerdo de Mireya García Barrio. Gran despliegue de medios humanos los que el club preparó para garantizar la seguridad de la prueba y que junto a la experiencia organizativa hicieron del recorrido una carrera perfectamente controlada.
Buena participación en una prueba que daba dos vueltas al tradicional circuito de Navasa, y que salía con retraso por el exceso de celo de la Guardia Civil, que comprobó la documentación de los voluntarios que colaboraban con la prueba para garantizar la seguridad, para completar los 84 km de que constaba.
Temprana escapada la que se produciría en la primera de las ascensiones al alto de Navasa y que a la postre sería la buena. Diez corredores llegaron juntos a pie de puerto. Francés Gironés impuso un fuerte ritmo desde las primeras rampas, ampliando la ventaja sobre el pelotón a más de un minuto y descolgando a cuatro unidades la fuga. Los supervivientes del grupo cabecero se disputaron la meta volante de Sabiñánigo en un apretado sprint, siendo el vencedor Francisco Martínez (Ecotisa). En el segundo paso de montaña se descolgó de la fuga el ruso Sergey Sarkisov tras haber tirado mucho intentando seleccionar el grupo.
Por detrás trabajó el equipo local Kapelmuur que no llevaba ningún corredor delante, limando tiempo hasta la última subida, en la cual se destacó un grupo de 10 corredores comandado por Diego Tamayo. Los perseguidores recortaban peligrosamente la distancia, con opciones de alcanzar la cabeza de carrera hasta las mismas calles de Sabiñánigo, lo que obligó al quinteto de escapados a trabajar duro hasta el último metro y jugársela al esprint, sin opción a especulaciones. En la línea de llegada se imponía Francisco Martinez (Ecotisa) por delante de Francesc Gironés (Scott Taymory) y un gran Iñaki Villoria (Sarribikes) que era el único máster (M40) de la fuga.
Por detrás y tras un fuerte ataque de Diego Tamayo en la segunda ascensión a Navasa, se formaba un grupo de diez corredores que estuvieron con opciones de alcanzar la cabeza de carrera hasta las mismas calles de Sabiñánigo aunque sin éxito. Tamayo (Tomás Bellés-Cannondale) se imponía en este grupo y Roberto Otín del equipo anfitrión AA CC Kapelmuur, vencía en M 30.
En el pelotón principal estaba en juego el liderato provisional de la Copa Máster que recaía de nuevo en Diego Fernandez Querol (Unión Ciclista Zaragoza) que ganaba el sprint del pelotón y conseguía así los puntos suficientes para rebasar a Felis Luengo (Team Manrubia) que llegaba más retrasado. Ismael Cervera (Team Manrubia) se hacía con la victoria en M50 llegando en el pelotón principal y Alberto Betrian (Rolser) en M60 se imponía a Manel Parlade (Genesis Cycling Team).
Una vez más la organización estuvo a la altura, pensando en el ciclista y su seguridad. Se colocan protecciones en unas curvas malas que hay al pasar un pueblo en la bajada del puerto y los cruces estar perfectamente cubiertos. Las clasificaciones estuvieron disponibles rápidamente, gracias al chip de la Federación Aragonesa. Bebida abundante y fría nada mas llegar. Dulces para llenar el buche. ¡Y un jamón para ganador de cada categoría! Además de una cesta de fruta para el corredor que llega en 21° posición (la edad de Mireya cuando falleció).
En definitiva gran carrera en lo deportivo que se vio enturbiada tras la disputa del sprint con un lamentable comportamiento entre dos corredores y una persona afín a uno de ellos y que deseamos que no se vuelva a repetir. Después de lo que trabajó y sufrió la organización para sacar adelante la prueba es una grave falta de respeto.
Equipos: Ecotisa-Escuela Ciclista Zaragoza
Montaña: Francesc Gironés (Scott-Taymory)
Metas Volantes: Francisco Martinez (Ecotisa)
