En esta ocasión recuperamos otro de los artículos del antiguo blog del Transportes Bidasoa y que trata sobre la desaparición de un antiguo amigo y sobre una anécdota relacionada con éste y con el actual campeón de España Miquel Alandete.
Tuve un amigo, dicen que murió…
Me resisto a creerlo, los amigos nunca mueren… prefiero pensar que está criogenizado y qué un día volverá. Volverá para acudir a esa cita semanal que mantuvimos durante mucho tiempo. A cambio del importe de dos cafés él me contaba hermosas historias de ciclismo, crónicas de todas las categorías, anécdotas y opiniones variadas…
Fue uno de los últimos reductos de libertad, en él cabían desde los más grandes hasta los pequeños y modestos. Me contó las victorias profesionales de Chente, la humanidad de Joane, el sueño de todo aficionado por ganar el Valenciaga, ilusiones de cadetes y juveniles, historias de marchas y cicloturismo, crónicas máster, BMX, descenso, BTT, bike trial con el Gran Ot Pi, ciclismo, ciclismo, ciclismo…
Desconozco lo que acabó con él… quizás la era digital, la crisis, vaya usted a saber… Lo que si echo en falta es su olor a papel, pues mi añorado amigo es el periódico de ciclismo META2MIL. Durante más de 20 años pasaron por él ilustres firmas como Nicolás Van Looy, Gaizka Lasa, Lorenzo Ciprés, Jorge Quintana, Chema Rodríguez cuando escribía alto y claro, Kiko García o Miquel Alandete. A este último pertenece una de las mejores y graciosas columnas escritas en el
semanario, que a modo de homenaje publicamos en nuestro modesto blog.
Por Miquel Alandete:
Bolita, bolita…
Tengo un amiguete que corría en Sodexho (vaya si somos amigos) al que llamaré X
para preservar su intimidad. En la línea de salida de la primera etapa de la Vuelta a
Alicante del 2000 (creo que era el 2000), un chavalín de Sueca le preguntó esto: “Oye,
X, ¿cómo acabará hoy la etapa?”. Allí, entre los corredores que estábamos medio
tensos en la misma salida, se hizo el silencio por unos instantes.
Pues estaba yo con los compañeros de CCM en la salida de la carrera de Alcoi de
hace un par de semanas y me preguntaba cómo iría la carrera, cómo acabaría todo y si
convendría estar bien atento, o bien dejar hacer y guardar mis pocas fuerzas. Pero ni
se me ocurrió preguntar a nadie. Pronto sabréis por qué.
Y es que es distracción u oficio de directores, técnicos, aficionados y padres (incluido
el mío) eso de elucubrar, predecir y teorizar sobre el futuro de las carreras. Ahí los
coleguillas de mi grupeta no nos metemos, en parte por la experiencia de la bolita y en
parte porque esto cambia cada dos por tres apenas nos ponemos a rodar: ahora se
escapa este y luego el otro, y hoy aquel va rápido y mañana no, y ahora un equipo tira
y se llega al esprint y mañana no tira ni Dios y la carrera se va.
Pues resulta que mi amigo X es bastante educado y respetaba a rivales y compañeros y
seguro que pensaba en contestar al chavalín de Sueca algo del estilo de: “No sé, da un
poco de viento, estate atento, la etapa no es muy dura, pero se puede hacer un corte,
cuidado con el calor, o con el frío, ojo si llueve, no hay un favorito claro y bla, bla, bla,
bla, bla…” Pero no. En un arrebato digno de un especialista en improvisación, mi
amiguete tuvo la idea de escenificar la respuesta y se hizo un hueco con la gracia con
la que meas en la segunda fila de la salida para que te vean todos los corredores pero
ningún espectador. El tío se subió un palmo el maillot, se estiró el culote y sacó y
contorneó un testículo con la mano izquierda. Con el dedo índice de la mano derecha le
daba vueltas en la dirección de las agujas del reloj como si hablara con una bola de
cristal pequeña pero bien visible y dijo en voz alta: “Bolita, bolita… ¿cómo acabará
hoy la etapa?” Madre mía si nos reímos.
El ritual se repite periódicamente cuando algún juvenil pregunta algo de ese estilo. Los
miembros de la grupeta corren la voz hasta que ésta llega al artista. Todos lo rodeamos
y él escenifica de nuevo. Cada vez nos reímos más porque siempre cambia una de las
dos variables: el incauto que pregunta o la cuestión. Cuando oímos a algún despistado
decir algo como “¿se llegará al esprint?, ¿tirará el equipo del líder?, ¿se atacará de
salida?, ¿se cortará la cosa?” ya nos estamos frotando las manos.
Así que ya sabes, cuidado con los comentarios en la salida. Es mejor mil veces estar
atento por si se encuneta el tema y ser listo como el hambre en un abanico que
preguntar a algún corredor de la Ribera si esto se cortará pronto, aunque veas que las
palmeras se doblan y tocan suelo.
Sábado, 19 de abril de 2003
Todavía guardo los recortes de las clasificaciones en las que yo salía…. una auténtica pena!!!
Yo también. Y la ilusión que hacía ver tu nombre en el Meta..!
Mas de uno
Yo también guardo algún recorte de clasificaciones. Era la prensa de referencia del ciclismo amateur. Conservo hasta algún maillot por suscribirme.