Durante la mañana del pasado sábado se disputó el Campeonato de Cantabria contra el reloj. El recorrido de 8,1 km tenía un perfil «ondulado» apto para especialistas como Ricardo Ferrero (Turisleón) quien pulverizó el crono aventajando en 17″ al segundo clasificado, el cántabro Óscar Negrete (Inelecma). El tercer cajón del podium fue para el también cántabro Ivan Santurde (C. Maestre) que llegó a 23″ del ganador.
Por la tarde se disputó la prueba en línea con una participación numerosa y de gran nivel. El recorrido, del que se rumorea que puede ser el mismo que se realice en los próximos Campeonatos de España de la RFEC, aunque de momento son sólo rumores, tenía como principal dificultad montañosa el alto de la Hermosa.
En las rampas de la subida a la Iglesia David Busto se impuso sobre su compañero de fuga, el corredor del Turisleón José Antonio Cavero a quien seguiría su compañero de equipo Ricardo Ferrero, completando así un día magnífico.
La prueba también era la última puntuable para el Trofeo Astur-Cántabro.
Gran despliegue organizativo con camión para la recogida de firmas por parte de los corredores, cafés dromedario también estuvo presente en la salida para aportar algo de chispa a los participantes, vallas, pancartas y demás atrezzo para acoger a los más de 100 corredores que tomaron la salida.
Tras el tramo neutralizado, que se prolongó hasta más allá de la subida de Herás debido a algún pinchazo, se dio la salida lanzada y comenzaron los intentos de fuga. Alrededor del kilómetro 20 se marchó un grupo de unas 20 unidades. Por detrás no había acuerdo ninguno y a los cambios de ritmo les sucedían parones que aumentaban la distancia respecto a los escapados.
En la primera subida al alto de la Hermosa me abandonaron las fuerzas y perdí contacto con el pelotón, quedándome junto a mi compañero Carlos y otros cinco o seis compañeros. Intentamos cazar al pelotón pero no fue posible y los jueces nos sacaron de la carrera, algo en mi opinión completamente justificado, a pesar de que alguno protestó… ¡Menuda racha llevo últimamente! Aproveché para seguir tranquilamente echando un ojo al paisaje sin descuidar la carretera, porque hay mucho sinvergüenza al volante como el de un porche que adelantó sin importarle que yo estuviera de frente.
Mientras, por delante la carrera se decidía en las rampas de la subida a la iglesia, donde llegaron descados David (Portibus) y Cavero (Turisleón), siendo la victoria para el primero. En el «sprint» del grupo de escapados se imponía Ricardo Ferrero (Turisleón).
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